Y me cansé también de sentirme tan sola incluso estando a tu lado. De los besos que sí me diste, pero no terminaban en una sonrisa como solía ser. Hoy, en esta fría habitación y con aquella canción de fondo. Hoy, que el cielo luce triste y los cristales están empañados… hoy acepto el final. Corrí de prisa para no ver morir lo nuestro. Corrí, y puse todo mi esfuerzo, toda mi energía. Corrí contigo en la espalda, contigo en silencio, contigo pero sin ti. Y no me detuve a pensar qué caso tenía ¿por qué debía yo, correr por los dos? ¿Por qué arrastraba nuestra historia a una meta a la que tú no pretendías llegar?… y me cansé. Me cansé de ser quien llamara, de ser quien llorara, de ser quien diera todo. Me cansé de esperar un mensaje tuyo diciendo que me amas, que me quieres a tu lado, que jamás me dejarías ir. Me cansé de esperar una muestra mínima de interés, que no fuesen aquellas palabras vacías que repites cada noche, cada día y cada siempre. El desgaste físico seguro lo ha experimenta...
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